El comunicador Virgilio Feliz, en su intervención en el programa Sol de la Mañana, ofreció una profunda reflexión sobre la situación crítica del Papa Francisco, cuya salud sigue siendo incierta debido a complicaciones respiratorias y renales. A pesar de las informaciones que indican una ligera mejora en su estado, Feliz destacó el manejo discreto de la información por parte del Vaticano y las complejidades que surgen ante una posible renuncia o fallecimiento del Pontífice.

Feliz explicó detalladamente el procedimiento en caso de la renuncia o muerte del Papa, resaltando el rol del camerlengo, el asistente permanente del Papa, quien sería el encargado de sellar los aposentos del Pontífice. Tras la renuncia o fallecimiento, el Vaticano entraría en un periodo de sede vacante, donde el Colegio Cardenalicio asumiría funciones limitadas hasta la convocatoria del cónclave para elegir a un nuevo Papa.

En su comentario, Feliz enfatizó la mística que rodea el cónclave y la elección del sucesor del Papa, que solo puede ser elegido entre los cardenales menores de 80 años. Describió también el proceso de votación en el cónclave, donde la famosa “fumata” (humo) indica si hay un acuerdo o no sobre el nuevo Papa. Si el humo es blanco, significa que se ha elegido al sucesor; si es negro, la votación continúa.

El comunicador también se refirió a los posibles sucesores de Francisco, señalando que, a su juicio, el papado probablemente no regrese a América, y predijo que el futuro Papa podría ser europeo, posiblemente italiano, dado que la figura del Papa italiano ha estado ausente desde la elección de Juan Pablo II. Otros mencionan la importancia de China y la posibilidad de un Papa asiático, o incluso africano, aunque Feliz expresó sus reservas sobre esta última opción.

Asimismo, Virgilio recordó el breve papado de Juan Pablo I, quien apenas duró 33 días tras ser elegido, y destacó la figura intelectual del Papa Benedicto XVI, al que calificó como “el más grande intelectual que ha tenido la Iglesia”. Finalmente, se refirió al Papa Francisco como un hombre sencillo y cercano, cuya personalidad ha marcado una diferencia significativa en la forma en que se percibe el papado.

Feliz concluyó su intervención subrayando la complejidad de todo lo relacionado con el Vaticano, donde “todo lo que se mueve alrededor de Roma es complicado”, y llamó a la reflexión sobre el futuro de la Iglesia Católica y su liderazgo.