El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó como un “punto de inflexión histórico” la reciente ofensiva militar de Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán. En una declaración ofrecida desde Jerusalén, Netanyahu afirmó que esta acción representa “el inicio de una nueva era en la lucha contra los regímenes que amenazan la paz mundial”, destacando la determinación del gobierno norteamericano en frenar el programa nuclear iraní.
Netanyahu aplaudió la decisión del presidente Donald Trump de intervenir de forma directa, bombardeando tres centros clave del programa nuclear iraní: Natanz, Fordow e Isfahán. “Primero viene la fuerza, luego viene la paz”, expresó el mandatario israelí, quien ha sostenido durante años que Teherán representa la mayor amenaza para la estabilidad de la región y del mundo.
La operación ha generado una ola de reacciones en la comunidad internacional. Mientras países aliados como Reino Unido y Francia pidieron mesura para evitar una escalada bélica, Irán condenó los ataques y advirtió que tomará represalias. El Consejo de Seguridad de la ONU fue convocado de emergencia para discutir las implicaciones del conflicto, que podría extenderse más allá del Golfo Pérsico.
Desde el Congreso de Estados Unidos también surgieron voces divididas. Algunos legisladores republicanos respaldaron la decisión de Trump, mientras que varios demócratas cuestionaron la falta de consulta al Congreso y alertaron sobre los riesgos de una guerra abierta. Analistas internacionales coinciden en que la ofensiva podría redefinir el equilibrio de poder en Medio Oriente.
Netanyahu, por su parte, insistió en que Israel seguirá cooperando con sus aliados para “garantizar que Irán no tenga nunca armas nucleares”. Según el mandatario, esta acción no busca una guerra prolongada, sino “prevenir una catástrofe futura”. La región se mantiene en máxima alerta ante posibles represalias y nuevos episodios de tensión.
En medio de este panorama, diversos sectores en Israel consideran que la firmeza mostrada por Netanyahu fortalece su liderazgo político interno, especialmente tras meses de presión por la guerra en Gaza y las críticas a su gestión. Sin embargo, también hay preocupación entre la ciudadanía por las posibles consecuencias de una escalada con Irán, un enemigo con capacidad de respuesta. Mientras tanto, se refuerzan las medidas de seguridad en todo el país, a la espera de los próximos movimientos en este nuevo y delicado capítulo geopolítico.