Tras un reportaje difundido por CDN, la vida de Marina Méndez, una madre de familia del distrito municipal Las Varias, en Azua, empezó a cambiar. Luego de que su vivienda fuera reducida a cenizas, presuntamente por la pareja de su hijo, la historia conmovió al influencer Euri Piña, quien acudió en su auxilio con víveres, ropa y materiales de construcción.
“Me quedé sin nada. Mis hijos también. Perdieron todo, hasta los equipos de pelota del más pequeño”, expresó entre lágrimas Marina, mientras agradecía la llegada de Piña, a quien llamó un “ángel enviado por Dios”. La mujer acusa a Yaneli Rosado, apodada “la criminal del fuego”, de haber provocado intencionalmente el siniestro tras una disputa sentimental.
Euri Piña, visiblemente afectado por el caso, hizo un llamado directo a las autoridades de Azua y al gobierno central: “Háganle una casita a esta pobre mujer. Aún ningún político ha venido”. Mientras tanto, la presunta responsable sigue prófuga y la familia de Marina exige a la Policía actuar con mayor firmeza.
La tragedia ocurrió hace varios días, pero fue el reportaje de CDN lo que impulsó una cadena de solidaridad que ha comenzado a darle esperanza a Marina y sus hijos. Hasta ahora, ningún representante político local se ha presentado en el lugar, lo que ha generado críticas entre los comunitarios, quienes valoran más la acción solidaria del influencer que la ausencia de sus autoridades.
“Ya hay una luz al final del túnel”, dijo emocionada la madre afectada, mientras agradecía también al medio de comunicación por visibilizar su drama. Su testimonio ha generado una fuerte reacción en redes sociales, donde ciudadanos y organizaciones han comenzado a ofrecer ayuda y exigir que se haga justicia.
A pesar del alivio que representa el apoyo recibido, la familia aún vive con miedo, ya que Yaneli Rosado continúa prófuga. La madre de Marina denuncia que la Policía de Azua ha actuado con lentitud, dejando en libertad a una mujer que considera peligrosa. Mujer, “Pido justicia, esa orden de arresto ya debería estar ejecutada”, reclamó con indignación.
