En el programa El Sol de la Mañana, el periodista Julio Martínez Pozo analizó la creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela, resaltando los recientes movimientos militares de Washington en la región. Según explicó, el gobierno estadounidense ha movilizado tres buques de guerra y unos 40,000 marines bajo el argumento de combatir el narcotráfico, aunque en realidad señaló la medida apunta a ejercer presión directa sobre el régimen de Nicolás Maduro.
Martínez Pozo advirtió que, si esta estrategia no consigue su objetivo de debilitar o desestabilizar al gobierno chavista, Estados Unidos podría enfrentar un revés significativo que, paradójicamente, fortalecería la posición de Maduro y pondría en entredicho la autoridad norteamericana en el hemisferio. “Se trata de una apuesta con altos costos políticos y estratégicos, donde no hay garantías de éxito”, subrayó.
El comunicador también cuestionó la aparente ambigüedad en la política de Washington, recordando que mientras despliega operaciones militares, al mismo tiempo autoriza a la petrolera Chevron a operar en territorio venezolano. A su juicio, esa dualidad refleja las contradicciones internas de la política estadounidense y la dificultad de anticipar los resultados de su intervención.
En su comentario, Martínez Pozo mencionó además recientes movimientos aéreos desde Venezuela hacia Colombia y La Habana, cuyos actores y propósitos permanecen poco claros. Estos desplazamientos, dijo, agregan un componente de incertidumbre que podría alterar los cálculos tanto de Caracas como de Washington.
El analista insistió en que la situación demanda cautela, ya que cualquier acción militar directa contra Venezuela no solo implicaría un riesgo regional, sino que podría arrastrar a otros actores internacionales, ampliando el conflicto más allá del Caribe y Sudamérica.
Finalmente, subrayó que un eventual fracaso de Estados Unidos en su estrategia contra Maduro tendría repercusiones duraderas, debilitando su capacidad de influencia en América Latina y ofreciendo al régimen venezolano una narrativa de resistencia frente al “imperio”, que podría ser utilizada como capital político interno y externo.