Una serie de planes no convencionales para explotar la Luna, financiados por fondos privados, han generado un intenso debate legal sobre los usos que se le quiere dar al suelo espacial. Entre estos planes se encuentran el uso de la Luna como sitio para cápsulas de cenizas humanas y contenedores de bebidas deportivas, lo que ha planteado preocupaciones sobre la supervisión y la legalidad de estas actividades.
Estos planes han cobrado fuerza en los últimos años, especialmente a medida que la NASA impulsa iniciativas para hacer que la Luna sea más accesible. Se espera que en los próximos años empresas privadas y potencias espaciales emergentes se unan a la exploración lunar, llevando consigo una variedad de cargas útiles, desde banderas hasta cápsulas de restos humanos.
En una reciente misión lunar privada de la compañía estadounidense Astrobotic, se encontraron docenas de cápsulas de cenizas humanas y una lata de bebida deportiva japonesa Pocari Sweat. Aunque el propósito exacto de la lata no estaba claro, este tipo de iniciativas han generado interrogantes sobre la regulación y la ética en la exploración espacial.
El debate sobre el uso de la Luna para fines comerciales y personales continúa, destacando la necesidad de establecer normativas claras y supervisión adecuada para garantizar que la exploración lunar se realice de manera responsable y ética.



