Desde que el Presidente de la Cámara de Diputados anunció la reasignación de fondos, se ha generado un intenso debate sobre si realmente se está eliminando el famoso “barrilito”. Contrario a lo que algunos medios han afirmado, la medida no implica la abolición completa de este controvertido fondo.

La decisión de la Cámara de Diputados consiste en redirigir estos fondos hacia una nueva causa, manteniendo el control de su manejo. Sin embargo, algunos cuestionan si esta acción realmente representa una voluntad genuina de desprenderse de recursos irregulares.

El Presidente de la Cámara de Diputados asegura que, a partir del presupuesto de 2015, se destinarán fondos a áreas de salud tras auditorías correspondientes. Pero ¿es esta realmente la función del Poder Legislativo?

La presión pública, especialmente en redes sociales, ha sido un factor determinante en esta discusión, especialmente tras tragedias como la muerte de 11 niños en un hospital. La demanda ciudadana de destinar estos fondos a causas más urgentes, como la salud, ha resonado con fuerza.

Sin embargo, la asignación de estos recursos por parte de la Cámara de Diputados para “acción social” plantea serias dudas sobre su constitucionalidad, al usurpar funciones propias del Poder Ejecutivo.

En resumen, aunque la medida anunciada por la Cámara de Diputados parece responder a la presión social, persisten interrogantes sobre su legitimidad constitucional y si realmente marca el fin del controvertido “barrilito”.