La medida de coerción contra Peña, involucrado en un caso donde se le implantó una pistola como principal evidencia fiscal, ha generado sorpresa entre algunos. Según su testimonio, recibía una remuneración a cambio de vender drogas suministradas por la fiscalía y la policía. Peña denunció la situación, lo que lo llevó a ser blanco de un intento de asesinato y posteriormente a enfrentar cargos legales.

La situación se agrava cuando relata que, debido a una emergencia médica de sus hijos, se vio obligado a usar parte del dinero obtenido ilegalmente para pagar tratamientos médicos, lo que desencadenó un allanamiento y la amenaza de ser encarcelado.

La crudeza de las pruebas presentadas por la fiscalía, como la manipulación de la pistola y la evidencia circunstancial, no deja dudas sobre la gravedad del caso.

La citación por parte de la Procuraduría añade un nuevo giro a esta trama llena de corrupción y complicidad entre autoridades y criminales.