En medio de lágrimas y emociones encontradas, la despedida de Monkey Black, el reconocido icono del movimiento urbano, ha conmovido a miles en el Club de los Mina y más allá. Sus padres, en medio del dolor, han expresado sus sentimientos ante la partida de su hijo.

“Está siendo despedido como lo que era, un ícono del movimiento urbano”, dice el padre de Monkey Black, mientras se esfuerza por brindarle el mejor adiós a su hijo. Por otro lado, la madre, una mujer cristiana, ha dejado en manos de la justicia divina y humana el destino de su amado hijo. “El diablo no puede ponerle la mano a nadie si Dios no se lo permite”, afirma entre lágrimas, recordando los 26 años que Dios les regaló con su hijo.

La multitud abarrotó el club durante el velatorio del artista, quien falleció en un confuso incidente el pasado treinta de abril en un bar en España. El cuerpo fue trasladado al Sementerio Cristo Salvador de la Carretera Mella, Santo Domingo Este, en un trayecto marcado por lágrimas, bailes, bebidas alcohólicas y el humo de cigarrillos, un escenario conmovedor que acompañó el último adiós al intérprete del “sol y la playa”.

Familiares y amigos se valieron de motocicletas, bicicletas, automóviles y jeepetas para acompañar al intérprete de música urbana en su última travesía. Sin embargo, a la entrada del camposanto, se desató un enfrentamiento entre agentes de la policía nacional y seguidores del artista, quienes intentaban ingresar al lugar en motores.

Santiago Matías, de Alofoke Music, expresó su agradecimiento por el apoyo recibido en estos momentos difíciles y definió a Monkey Black como un verdadero guerrero. Los familiares, por su parte, esperan que la justicia española siga con el caso y que los culpables respondan ante la ley por lo sucedido.

En un adiós marcado por la mezcla de emociones, la partida de Monkey Black ha dejado una profunda huella en la escena urbana, recordándonos su legado y la necesidad de justicia ante su inesperada partida.